La «protección» de Dios en la guerra espiritual

Durante los últimos dos días de nuestras meditaciones diarias, hemos explorado lo que dice la Biblia sobre el reino invisible que se cruza con la Tierra. En ese reino oculto no solo hay ángeles de Dios, sino también ángeles malvados y demonios. Dios nos ha proporcionado protección contra los espíritus malignos a través de una barrera invisible. En una meditación futura, hablaremos de la armadura de Dios dada a los cristianos para su protección contra los ataques del enemigo, pero por ahora, centrémonos en la «cerca» o «seto» natural (Job 1:10). Esta barrera impide que el enemigo se introduzca en la vida de las personas.

⁶Un día, los ángeles vinieron a presentarse ante el Señor, y Satanás también vino con ellos. ⁷El Señor dijo a Satanás: «¿De dónde vienes?» Satanás respondió al Señor: «De recorrer la tierra y de ir de un lado a otro». ⁸Entonces el Señor dijo a Satanás: «¿Has considerado a mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él; es íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal». ⁹«¿Acaso Job teme a Dios por nada?», respondió Satanás. ¹⁰«¿No has puesto un cerco protector alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene? Has bendecido el trabajo de sus manos, y sus rebaños y sus manadas se extienden por toda la tierra. ¹¹Pero extiende tu mano y toca todo lo que tiene, y seguramente te maldecirá en tu cara». ¹²El Señor dijo a Satanás: «Está bien, todo lo que tiene está en tus manos, pero no le toques ni un pelo» (Job 1:6-12; énfasis añadido).

Satanás pretendía destruir el testimonio de Job sobre la fidelidad de Dios y, por razones que no se explican, Dios permitió que se retirara el cerco protector, permitiendo así que Satanás atacara a Job. El enemigo planea cómo derribar la barrera natural que protege nuestra alma del miedo, la esclavitud y el control demoníaco. Cuando nos involucramos con las drogas o el ocultismo, este «cerco» se reduce gradualmente o se elimina, lo que nos lleva a ver y experimentar cosas que normalmente no se ven.

El enemigo, Satanás, concede poderes ocultos a aquellos que obedecen su voluntad. El poder místico puede atraer a quienes lo buscan, pero siempre tiene un costo. Todo tipo de poder sobrenatural maligno tiene un gancho que ata a la persona a la esclavitud satánica. Cuando obedecemos a nuestro enemigo y llevamos a cabo su voluntad, la opresión y la oscuridad nos siguen. Las drogas son otra forma de romper esa barrera para experimentar diferentes estados de realidad.

Satanás nunca ofrece tales experiencias sin atraer hacia él a quienes buscan en la oscuridad. Dios, a través de Su Espíritu, también da poder a Su pueblo para actuar con poder sobrenatural si estamos dispuestos a ser usados por Él. Sin embargo, cuando Dios guía a Su pueblo para que actúe bajo Su autoridad, nunca hay una trampa. Ser usado por Dios trae gozo y paz al corazón. A diferencia de caminar con el enemigo, donde está el Espíritu del Señor, siempre hay libertad (2 Corintios 3:17).

Chip Ingram, autor del libro titulado «La guerra invisible», afirma: «Hay un mundo visible y otro invisible que se cruzan, y nosotros vivimos en esa intersección».^[1] A veces, las personas pueden ver cosas del reino invisible cuando están enfermas. También hay informes de personas que ven el otro reino al morir. Por ejemplo, Svetlana Stalin, hija de Josef Stalin, el despiadado líder de Rusia entre 1922 y 1953, acompañó a su padre mientras estaba en fase terminal y dijo que nunca volvería a sentarse junto a un incrédulo que estuviera muriendo. Dijo que él entró en el infierno pataleando y gritando. Se dice que Voltaire, el famoso crítico del cristianismo, murió gritando de dolor. En cuanto a los que conocen a Dios, C. M. Ward dijo: «No se conoce ningún cristiano que se haya retractado en su lecho de muerte». Keith Thomas.

¿Has entregado tu vida a Cristo? ¿Qué significa ser cristiano? Los siguientes enlaces de estudio te ayudarán:

https://www.groupbiblestudy.com/spanish

Enseñanzas en video de YouTube con subtítulos en español en: https://www.youtube.com/@keiththomas7/videos