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Jesús es igual a Dios en dar vida

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Continuamos con la meditación de ayer sobre las cinco afirmaciones de Jesús sobre su igualdad con Dios. El Señor estaba respondiendo a los fariseos después de que estos comenzaran a perseguirlo cuando sanó a un inválido en sábado. Hoy examinamos la tercera y cuarta afirmación hechas por Jesús.


3) Cristo es igual a Dios en dar vida (v. 21).


Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes Él quiere (Juan 5:21).


Solo hay una fuente de vida, y esa es Dios mismo. Imagino que los líderes judíos se sorprendieron por esta declaración de Jesús. El Señor volvió a afirmar que es igual a Dios en cuanto a la capacidad de dar vida. Toda la humanidad se siente impotente ante la muerte de un ser querido que deja esta tierra, pero el Señor Jesús fue y es el Creador que dio origen a toda la vida. El apóstol Juan escribió que Cristo estaba en el principio, aquí representado como el Verbo:


1En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2Él estaba con Dios en el principio. 3Por medio de él fueron hechas todas las cosas; sin él no se hizo nada de lo que ha sido hecho. 4En él estaba la vida, y la vida era la luz de toda la humanidad (Juan 1:1-4, énfasis añadido).


Varios cientos de años antes, el profeta Isaías predijo la venida del Mesías, afirmando que tendría la autoridad para resucitar a los muertos, algo que Jesús demostró repetidamente como una señal de que él era aquel de quien hablaba el profeta.


Tus muertos vivirán; sus cuerpos resucitarán. ¡Despertad y cantad con alegría, vosotros que habitáis en el polvo! Porque vuestro rocío es un rocío de luz, y la tierra dará a luz a los muertos (Isaías 26:19).


Para leer más sobre este tema, haga clic en el siguiente enlace: La Palabra era Dios.


4) Cristo es igual a Dios en su juicio (v. 22).


Además, el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado todo juicio al Hijo (Juan 5:22).


Si le preguntas a cualquiera quién es el juez final, la mayoría dirá que Dios es el juez supremo de las personas por lo que han hecho en esta vida. Sin embargo, Cristo afirma que Él es quien juzgará a todas las personas. El Padre ha confiado todo juicio al Hijo. El Señor Jesús es perfectamente justo, y también lo sabe todo sobre nosotros y ha experimentado lo que es ser humano desde un humilde comienzo. Él puede juzgar porque ha caminado en nuestros zapatos como hombre, pero sigue siendo plenamente Dios. Podríamos cuestionar esta afirmación señalando que el Padre es el juez final, ya que vemos a Dios en el Trono Blanco en el juicio final (Apocalipsis 20:11-15). Las Escrituras nos enseñan que Cristo es igual a Dios y se sienta en el trono con el Padre: «Entonces el ángel me mostró el río del agua de la vida, claro como el cristal, que fluía del trono de Dios y del Cordero» (Apocalipsis 22:1). Jesús se sienta en el trono junto al Padre. Keith Thomas


Esta es una breve meditación del estudio completo en español disponible en el siguiente enlace: https://www.groupbiblestudy.com/spanishnewatthis/3.-you-must-be-born-again!

Para más meditaciones diarias en la Biblia, haga clic en los siguientes enlaces:

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Matthew 24:14

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