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Compartir el Evangelio de manera eficaz: cómo la mayoría de los creyentes llegan a la fe en Cristo

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Según las estadísticas de 2004 del Grupo Barna, casi la mitad de todos los estadounidenses que profesan la fe en Cristo (43 %) lo hacen antes de los 13 años. Además, dos de cada tres personas que afirman ser cristianos renacidos (64 %) se comprometieron con Cristo antes de cumplir los 18 años. Uno de cada ocho cristianos (13 %) se convirtió al cristianismo entre los 18 y los 21 años, mientras que menos de uno de cada cuatro creyentes (23 %) abrazó a Cristo después de cumplir los 21 años.


Entre los cristianos que aceptaron a Cristo antes de la adolescencia, la mitad fueron guiados hacia Él por sus padres, y otro 20 % por amigos o familiares. Menos respondieron a la exhortación de un ministro (7 %), y solo uno de cada ocho citó un evento especial como el punto de inflexión en su camino. Aproximadamente la mitad de los que se refirieron a eventos identificaron un servicio religioso. Solo el 1 % atribuyó su experiencia al evangelismo de los medios de comunicación u otras circunstancias de conversión.


Entre los que aceptaron a Cristo entre los 13 y los 21 años, uno de cada cinco atribuyó su decisión a un amigo que compartió el Evangelio con ellos, y una proporción similar lo atribuyó a sus padres. Además, una quinta parte recordó un evento específico que desencadenó su compromiso. Entre los que se decidieron por Cristo en la adolescencia, el 16 % nombró a un familiar que no era uno de sus padres como la influencia principal. Solo uno de cada diez cristianos que aceptaron a Cristo entre los 13 y los 21 años identificó a los ministros como personas influyentes.


Los adultos que aceptaron a Cristo como su Salvador generalmente respondieron a estímulos diferentes a los de los jóvenes. El catalizador más común fue un amigo (19 %), seguido de experiencias a través de los medios de comunicación (14 %), un evento en vivo (14 %) o un pariente (13 %). Los ministros llevaron a uno de cada diez adultos a convertirse a Cristo, mientras que los padres de los adultos fueron identificados como la influencia evangelizadora en uno de cada doce casos (8 %).[1]


En nuestras meditaciones de los últimos días, hemos aprendido que compartir el Evangelio de Cristo es una labor en la que todo el pueblo de Dios debe participar. Al considerar compartir el mensaje de la salvación de Cristo, los pasos más importantes son: 1) Comenzar a orar por las personas que están en tu corazón, 2) Recibir capacitación sobre qué decir y qué pasajes de las Escrituras usar, y 3) Pedirle a Dios que te dé su corazón de preocupación por tu amigo, hijo, hija o familiar. Las posibilidades de que llevarlos a la iglesia para escuchar al pastor los lleve a Cristo son escasas. La mayoría de los adultos llegan a Cristo porque un amigo les comparte el Evangelio. El aspecto más gozoso de la vida de un creyente es llevar a otra persona a Cristo. La persona a la que lleves a Cristo te estará eternamente agradecida por haberte preocupado lo suficiente como para orar y pensar en cómo llegar a ella. Durante los próximos días, pensaremos en cómo presentar el Evangelio y en las preguntas que puedes utilizar para hablar de la vida eterna a través de Cristo.


Padre, ayúdanos a acercarnos a nuestros seres queridos y amigos con el Evangelio del Señor Jesús. ¡Amén! Keith Thomas


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Matthew 24:14

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