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Continuamos con la meditación de ayer. Jesús dijo a sus seguidores que eran como la sal. «Vosotros sois la sal de la tierra». ¿Qué quiso decir Jesús con estas palabras? He aquí el texto:
Vosotros sois la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo se le devolverá su salinidad? Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por la gente (Mateo 5:13).
Hoy en día, la expresión inglesa «sal de la tierra» se refiere a una característica noble y a la honradez básica que se encuentra en la naturaleza humana de determinados individuos. Sirve como un respaldo positivo del carácter. En la época de Jesús, la metáfora habría tenido un gran significado debido al papel vital que desempeñaba la sal en la vida cotidiana.
La sal servía como conservante. En una época en la que no existían los congeladores ni los frigoríficos, era el único método para ralentizar la putrefacción. El viaje para transportar el pescado desde el mar de Galilea hasta Jerusalén duraba dos o tres días, por lo que el pescado o la carne se salaban para mantenerlos frescos. Del mismo modo, los creyentes en Cristo, al vivir una vida de santidad, pueden mitigar la decadencia de las sociedades en las que residen. Sin embargo, deben reunirse varios granos para que la sal sea eficaz e influya en una comunidad, es decir, para ralentizar la descomposición cultural.
La sal realza el sabor de los alimentos. Algunos alimentos son tan insípidos que se vuelven más apetecibles con un poco de sal. A menudo como dos huevos para desayunar, pero los encuentro insípidos sin sal (y un poco de pimienta). Casi todas las recetas de cocina incluyen sal. El Señor añade sabor a nuestras vidas. La primera vez que conocí a una persona o un grupo de personas que amaban a Jesús y vivían sus vidas saladas ante mí, deseé lo que ellos tenían. La sal crea sed, y lo que ellos poseían era lo que yo necesitaba. Tenía que beber profundamente del Señor Jesús. A nuestro alrededor hay personas sedientas; simplemente no saben qué es lo que saciará su sed. Si no se lo decimos, seguirán sedientas.
Cuando escuchamos sermones sobre este pasaje de las Escrituras, a menudo se separa del texto que lo precede, donde Jesús habló sobre la persecución. El Señor estaba diciendo que si nos adherimos a las bienaventuranzas, enfrentaremos persecución debido a los valores que defendemos. Si cedemos ante la presión y comprometemos nuestro compromiso, perdemos nuestra capacidad de influir en quienes nos rodean. Siempre hay personas cercanas que se preguntan en secreto si tiene algún valor caminar con Cristo. Nunca se sabe quién de entre vosotros puede estar buscando la verdad en su interior. Vosotros sois la expresión de Cristo ante el mundo. Si alguien busca la luz, la paz y la esperanza en este mundo, ¿las verá en vosotros? ¿Se sentirá atraído por Jesús a través de vosotros? Una vez oí a alguien comentar que nunca había oído el Evangelio cuando era joven, afirmando que si había cristianos a su alrededor en aquella época, ninguno de ellos «desveló su identidad». El Dr. Martin Lloyd Jones dijo una vez: «La gloria del Evangelio es que cuando la iglesia es absolutamente diferente del mundo, invariablemente lo atrae. Es entonces cuando el mundo se ve obligado a escuchar su mensaje, aunque al principio lo odie».
Organizo y dirijo viajes a Israel, y cada vez que voy, llevo a la gente a uno de los hoteles situados en el lugar más bajo de la tierra, el mar Muerto, y al valle del río Jordán. Muchos disfrutan de un relajante y saludable baño en el mar Muerto. Se untan el barro antes de ducharse y disfrutar de los servicios de spa y masajes que ofrecen la mayoría de los hoteles de la zona. La noche antes de partir hacia el mar Muerto, advierto a la gente que no se afeite debido al alto contenido de sal del agua en la que flotan. Si ignoran mi consejo, su experiencia de flotar en el mar Muerto puede ser dolorosa, a pesar de que las aguas tienen propiedades curativas.
El dolor no suele ser bien recibido, pero la sal y otros minerales del agua del mar Muerto pueden curar la piel. Uno se siente limpio y revitalizado después de bañarse en el agua. Al igual que las propiedades limpiadoras del agua salada benefician al cuerpo, nuestros valores salados aportan un poder limpiador antiséptico al mundo. La luz y la sal que llevamos pueden traer sanación a una sociedad en decadencia. Si aquellos que no creen en Cristo no ven ninguna diferencia en nuestras vidas cristianas, no hay ningún desafío para su cosmovisión. No habrá esperanza para ellos. Por lo tanto, la «salinidad» de nuestros valores es desechada y pisoteada (v. 13). La Iglesia, el bote salvavidas, debería estar en el mar. Sin embargo, cuando el mar entra en el bote salvavidas, nuestra cultura está en peligro.
Oración: Padre, por favor, ayúdanos a evitar que los valores del sistema mundial se infiltren en nuestras vidas. Ayúdanos a ser eficaces preservadores de quienes nos rodean. ¡Amén! Keith Thomas
.¿Has entregado tu vida a Cristo? ¿Qué significa ser cristiano? Los siguientes enlaces de estudio te ayudarán:
Enseñanzas en video de YouTube con subtítulos en español en:https://www.youtube.com/@keiththomas7/videosEl vídeo de YouTube se encuentra en el siguiente enlace: https://youtu.be/8oOycx-QgAM