
Jesús llegó a Betania seis dÃas antes de la Pascua (Juan 12:1). Todo en Israel se detiene durante la fiesta de la Pascua. En la época de Jesús, la población de Jerusalén pasaba de un millón a dos millones y medio, con la llegada de peregrinos de todo el mundo. El Señor esperó en Betania hasta cuatro dÃas antes de la Pascua, presentándose al pueblo judÃo como el cordero pascual el décimo dÃa de Nisán, en cumplimiento del mandato de Moisés.
3Decid a toda la comunidad de Israel que el décimo dÃa de este mes cada hombre tome un cordero para su familia, uno por cada casa. 4Si alguna casa es demasiado pequeña para un cordero entero, deben compartirlo con su vecino más cercano, teniendo en cuenta el número de personas que hay. Determinaréis la cantidad de cordero necesaria según lo que cada persona vaya a comer. 5Los animales que elijáis deben ser machos de un año, sin defecto, y podéis tomarlos de entre las ovejas o las cabras. 6Cuidadlos hasta el dÃa catorce del mes, cuando todo el pueblo de la comunidad de Israel deberá sacrificarlos al atardecer (Éxodo 12:3-6; énfasis añadido).
Dios ordenó al pueblo judÃo que seleccionara un cordero puro y sin mancha para cada hogar el décimo dÃa del mes y lo guardara hasta el dÃa catorce. Durante esos cuatro dÃas, se examinaba al cordero para determinar su idoneidad como sustituto de la familia. Cuando Israel estaba esclavizado en Egipto, Dios declaró que juzgarÃa a los egipcios por negarse a liberar a Israel de la esclavitud. El Señor dijo a los israelitas que un ángel destructor pasarÃa por Egipto, y que el juicio no alcanzarÃa a las casas israelitas si la sangre de un cordero sustituto estaba en los postes y el dintel de las puertas (Éxodo 12:12-14). Si el ángel no veÃa la sangre del cordero sacrificial en la puerta, matarÃa a todos los primogénitos. La sangre servÃa como señal de que un cordero sustituto y sacrificado habÃa sido matado por los habitantes de la casa.
Mientras las familias israelitas celebraban aquella primera Pascua, que las liberaba cada año del faraón y de Egipto, recordaban que la sangre del cordero sacrificado las protegÃa del juicio (Hebreos 11:28). Es intrigante pensar que el MesÃas serÃa sometido a cuatro dÃas de escrutinio por parte de los ancianos religiosos y el pueblo antes de ser crucificado como el Cordero Pascual para salvarlos del cautiverio de Satanás y del pecado. Jesús fue crucificado al mismo tiempo que se sacrificaban los corderos pascuales para la Pascua.
La sangre de un cordero inocente tenÃa que ser derramada para que los israelitas pudieran salir de Egipto, la tierra de la esclavitud. En el Nuevo Testamento, el autor de Hebreos afirma: «De hecho, la ley exige que casi todo sea purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón» (Hebreos 9:22). El cordero debÃa ser puro, sin mancha ni defecto. Por supuesto, esto era una imagen simbólica de lo que Dios harÃa cuando viniera Jesús el MesÃas. Su sangre expiarÃa a todos los que confiaran en su muerte sacrificial para liberarlos de la esclavitud del pecado y del faraón/Satanás. En el plan de Dios, el MesÃas es el que fue inmolado antes de la fundación del mundo (Apocalipsis 13:8), el Cordero de Dios, inocente, puro e impecable. ¡Gracias a Dios por su liberación! Keith Thomas
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