En nuestras meditaciones diarias, estamos reflexionando sobre los actos sobrenaturales que rodearon la vida del Señor Jesucristo. La máxima demostración del poder sobrenatural de Dios fue la resurrección de Cristo de entre los muertos. Este es nuestro enfoque hoy:
Antes de convertirse en cristiano, Josh McDowell intentó refutar la resurrección de Cristo para su tesis universitaria. Al comenzar a estudiar y escribir, su cuidadoso examen de las Escrituras, la evidencia histórica y el razonamiento lógico lo llevaron a la conclusión opuesta. La evidencia que descubrió lo impactó profundamente. Escribió un libro titulado Evidencia que Exige un Veredicto, que se ha convertido en uno de los libros cristianos más populares. Realmente arroja luz sobre toda la historia de la resurrección. El clímax de esta narrativa—la resurrección de Jesús—nos brinda un vistazo de la victoria que podemos esperar experimentar como cristianos. La muerte no tuvo poder sobre Jesús, y no tendrá control sobre nosotros que creemos en Cristo.
Habiendo observado dónde José y Nicodemo colocaron el cuerpo, las mujeres de Galilea que presenciaron la crucifixión decidieron reunirse al amanecer junto al sepulcro para aplicar más especias al cuerpo. La primera en llegar esa mañana fue María Magdalena. Ella vino sola mientras aún estaba oscuro. El apóstol Juan escribió sobre la experiencia de María en el sepulcro:
1El primer día de la semana, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido quitada de la entrada. 2Entonces corrió a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "¡Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde lo han puesto!". 3Pedro y el otro discípulo salieron y se dirigieron al sepulcro. 4Los dos corrían, pero el otro discípulo corrió más rápido que Pedro y llegó primero al sepulcro. 5Se inclinó y vio las vendas de lino en el suelo, pero no entró. 6Luego llegó Simón Pedro, que venía detrás de él, y entró en el sepulcro. Vio las vendas de lino en el suelo, 7y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús, no con las vendas, sino doblado en un lugar aparte. 8Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó. 9(Pues aún no habían entendido la Escritura, que decía que Jesús tenía que resucitar de entre los muertos) (Juan 20:1-9).
María no entró en el sepulcro, pero al ver la piedra quitada de la entrada, su primer pensamiento fue correr a donde sabía que Juan y Pedro se estaban quedando esa noche. Entró apresuradamente en la casa y declaró que habían llevado el cuerpo del Señor y que no sabía dónde lo habían puesto. Quizás María estaba implicando a los líderes religiosos, creyendo que no querían que Cristo fuera enterrado en la tumba de un hombre rico y recibiera un entierro honorable. Estoy seguro de que estaba angustiada y muy llorosa por la pérdida del cuerpo de Cristo. Juan escribió sobre cómo los discípulos respondieron a la noticia esa mañana. Cuando María Magdalena entró corriendo en la habitación con la sorprendente noticia, Juan y Pedro reaccionaron corriendo hacia el sepulcro. Después de que Pedro entró, Juan notó que él también entró en el sepulcro (Juan 20:8) y observó algo que lo convenció de que había ocurrido un evento sobrenatural. ¿Qué crees que vio que lo llevó a creer? (v. 8).
Él escribe sobre las vendas de lino (v. 6) y menciona cómo el sudario estaba doblado por sí solo y separado de las vendas (v. 7). Del Evangelio de Lucas (23:53), aprendemos que el cuerpo fue envuelto en vendas de lino y que se colocaron especias dentro de las envolturas, como dictaba la costumbre. Parece muy probable que lo que Juan y Pedro observaron fue la forma de las envolturas, con las 120 libras de especias pegajosas completamente intactas. El cuerpo de Jesús pasó a través de las vendas de lino, dejando atrás un capullo de tela y el sudario alrededor de Su cabeza, que yacía allí por sí solo. Juan testificó que vio y creyó. ¡Tenemos un Salvador resucitado que ha pagado nuestra deuda de pecado y está vivo para siempre! Keith Thomas.
Esta meditación es una versión abreviada de la serie en el Evangelio de Lucas, estudio 64, La Resurrección de Cristo.
Enseñanzas en video de YouTube en: https://www.youtube.com/@keiththomas7/videos
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